Equilibrar el trabajo, la familia y otras responsabilidades a menudo genera estrés. Este problema es tan común que generalmente se acepta como una parte «normal» de la vida. El impacto del estrés en nuestra salud no siempre es evidente, lo que hace que muchas personas no se den cuenta de cómo les está afectando negativamente. Para aliviar el estrés, es común recurrir a hábitos poco saludables, como una alimentación inadecuada o el sedentarismo, lo que en realidad aumenta aún más el estrés, llevándonos a un ciclo perjudicial del que es difícil salir.
Por ejemplo, cuando estamos muy ocupados y estresados, solemos optar por alimentos «reconfortantes» poco saludables, que suelen ser ricos en azúcar y cafeína. Si bien estos alimentos pueden proporcionar un alivio temporal del estrés, a largo plazo, el consumo excesivo de azúcar y cafeína no es beneficioso para la salud.
¿Existe una forma sencilla de manejar el estrés sin recurrir al azúcar, la cafeína o, ejem… la terapia de compras?
Sí, y es más sencillo de lo que crees: beber agua. ¿Parece demasiado fácil? ¿Es real? Aquí está la explicación: Hasta un 60% de nuestro cuerpo está compuesto de agua. El agua es un elemento esencial que nutre nuestras células, regula la temperatura corporal, elimina toxinas, ayuda a la respiración, protege contra enfermedades, lubrica las articulaciones y transporta carbohidratos y proteínas en el torrentesanguíneo.

¿Cuál es la mejor forma de agua?
Ahora que entendemos la importancia del agua, surge una pregunta clave:
¿Cuál es la mejor forma de agua para nuestro cuerpo? ¿Agua de grifo? ¿Agua destilada? ¿Agua mineral? ¿Agua fresca de Puerto Williams en el sur de Chile?
La mejor forma de agua es el agua estructurada, el tipo de agua que se encuentra en la naturaleza y en nuestras células.

Hoy en día, el agua de fuentes naturales se trata con químicos y está contaminada con diversos agentes tóxicos, lo que ha llevado a altos niveles de toxicidad en el agua del grifo y a niveles anormales de estrógenos en nuestra agua potable. Este proceso altera la estructura del agua y la convierte en «agua muerta», perdiendo así sus propiedades curativas naturales.
¿Es posible estructurar el agua del grifo en casa?
La respuesta es sí.
Para ello, se necesita un buen sistema de filtración de agua y una herramienta que ayude a reestructurar la energía del agua, como el Amezcua Bio Disc 3.

El Amezcua Bio Disc 3 puede restructurar y energizar el agua, devolviéndola a su estado vital original. Al consumir agua reestructurada por el Bio Disc 3, se obtienen múltiples beneficios terapéuticos, como el aumento en los niveles de energía y vitalidad, mayor hidratación celular, mayor biodisponibilidad de los nutrientes esenciales, apoyo en la desintoxicación celular, mejora del procesamiento mental y la concentración, fortalecimiento del sistema inmunológico, conversión de la radiación dañina en energía beneficiosa para el cuerpo.
El Amezcua Bio Disc 3 está compuesto por una combinación especial de 16 cristales y minerales granulares, energizados mediante un proceso tecnológico exclusivo basado en los principios de la Física Cuántica. Los cristales y minerales se fusionan a alta temperatura para crear una estructura molecular única. Además, el Amezcua Bio Disc 3 incorpora un diseño geométrico maestro, cuyas formas proporcionadas equilibran objetivamente la energía en los sistemas biológicos y facilitan su interacción con el entorno.
Este diseño geométrico en el Bio Disc 3 ayuda a realinear los efectos disruptivos de los campos electromagnéticos (EMF) y añadir una cualidad armonizadora a la energía, permitiendo que nuestro cuerpo mantenga su equilibrio natural.